...De ahora en más

Un intento de grito que me saque del silencio que agobia, angustia y harta... Un intento de compartir intimidades sin perder la intimidad propiamente dicha... Un intento... Solo eso...

sábado, abril 29, 2006

Ojos que no ven, corazón que no siente...

He observado mucho y me di cuenta de algo un poco perturbador...
Parece ser que si existe algo que nos pone incómodos, podemos negarlo convenientemente.
Así como lo oyen...
Funciona en todos los aspectos de nuestra vida, incluso en las relaciones...
Cuando algunos aspectos de la realidad compartida resultan preocupantes, es posible mantener una confortable calma a través del táctico acuerdo de negar los hechos pertinentes... (el viejo y conocido "acá no pasó nada"), evitando así, incómodos y molestos roces.
Sí señoras y señores: las mentiras (pequeñas y grandes) constituyen el lubricante de nuestra vida social.
Siempre fuí consciente de que una interacción civilizada requiere de ciertos pequeños engaños oportunos: Transmitimos un doble mensaje, ocultamos nuestros verdaderos sentimietos, omitimos información, y otro montón de cosas de ese estilo... Lo hago yo, y de seguro ustedes también.
¿Cuál es el punto?.
El punto es que hoy por hoy las mentiras están totalmente aceptadas por nosotros, aceptadas a tal punto que si vemos que alguien nos está mintiendo descaradamente, nos da verguenza ajena hacerle notar al mentiroso que somos conscientes del engaño y nos limitamos a escuchar y a poner nuestra mejor cara de "¡¡¡¿¿En serio??!!!"... y, por otra parte, nuestro tacto nos dicta no hacer hincapié en cada pequeña falta de sinceridad...
En otras palabras, nos hacemos los pelotudos al ver que alguien "le da color" a lo que cuenta.
Por lo dicho anteriormente, (entre otro sinfin de datos) es que concluyo:
Las mentiras son vitales y tienen gran utilidad.
Por ejemplo: Las mentiras piadosas, como las que decimos para salvarnos de una invitación que no tenemos ganas de aceptar... y para no sentir el peso de nuestras conciencias nos felicitamos por mentir porque "evitamos herir los sentimientos de quien nos invitó".
Otra mentira muy común (y útil) es cuando somos presentados a alguien... ¿Se han dado cuenta siempre intentan presentarnos como un poco más buenos, más sensibles, más inteligentes y más altruistas de lo que en verdad somos? (Cómo si nuestra forma de ser y actuar no bastara o no fuera la correcta)... y si bien sabemos que no es así, le agradecemos a ese amigo por tanto elogio...
Y una vez más la mentira pasa por alto, porque hacerles notar la mentira sería una falta de tacto.
Es decir que "tácticamente" invitamos al otro a que mienta, gracias al "táctico" código social que dice que solo veremos lo que se supone que quermeos ver.
Si la mentira es muy ficticia o definitivamente irreal... ¡¡¡Tampoco lo decimos!!!, simplemente la recibimos con una diplomática desatención.
Y lo increible es que vivimos callándonos.
Mil veces forzamos una sonrisa que igualmente delata tristeza...
O hay otras veces en las que cerramos los puños revelando una ira no verbalizada...
Razonando acontecimientos de esta índole, me di cuenta que se debe a que nos educan para mentir y nos educan para callarnos.
¿Y cómo aprendemos a mentir, a ignorar las mentira ajenas y a callarnos?
En principio, creo, que nacemos con la capacidad de mentir.
Los niños se destacan por sus mentiras, producto de su gran imaginación, pero también por las mentiras que no dicen... los niños pueden ser brutalmente sinceros, sin falsedad y sin reparo.
Cuando el niño es pequeño esa franquza se disfruta y se deja libre, pero con el tiempo, junto con ciertas normas de cortesía, se le enseña que esa sinceridad es considerada como fuera de lugar.
Es ahí cuando se le está enseñando al niño, indirectramente, a aceptar las mentiras.
Ésta es la lección niños y nicñas: "Para funcionar sin tropiezos en el mundo adulto, los niños tienen que aprender cuando es beneficioso mentir con habilidad y cuando dejar de detactar las mentiras ajenas."
Y así nos educan, sin contar el entorno en el que crecemos infectado de absurdas y ridículas mentiras, cuentos de hadas donde los finales felices que no ocurren en la vida cotidiana se acumulan en sus páginas, dibujos animados donde las tragedias no son tales y siempre vence el generoso, comedias infantiles donde la magia soluciona cualquier tipo de problemas...
O peor aún, comerciales donde un tigre te dice que comiendo sus cereales crecerás grande y fuerte... y además se nos dice que una vez por año, un hombre gordo, con un trineo volador anda por los aires, arrastrado por un grupo de renos dejándonos los regalos que pidamos... (No voy a detenerme aquí en temas como "La smillita y el repollo", eso es un capitulo aparte).
Los hechos más graves, por lo general, son camuflados por mentiras un tanto menos pintorescas (El abuelo se tomó unas laaaaaaaaaaargas vacaciones)... o son esquivadas, eludidas o cubiertas con un manto de silencio.
Pero todas esas "no-verdades" son consideradas beneficiosas: A veces los adultos les decimos a las niñas que el garabateado manchón azul que dibujó en el papel roto y arrugado es realmente una mariposa (y que además es una mariposa preciosa!!!), o le decimos al niñito que el debil puntapié que le dio a la pelota, la cual solo se movió dos metros fue un tiro digno de un campeón.
En fin, lo que todo ésto sugiere es que, al menos de cierta manera, en algunas situaciones puede ser mejor para nosotros ver solo lo que los demás quieren que veamos, o mejor aún, evitar ver todo lo que implique un obstáculo (al fin y al cabo, ojos que no ven, corazón que no siente, ¿no?).
Y ésto lo vamos aprendiendo y sofisticando a medida que crecemos...
Y lo más loco de todo es que nos ayudamos los unos a los otros para hacerlo cada vez mejor.
¡¡Así está el mundo, amigos!!

domingo, abril 23, 2006

Receso...

Mes de ausencias...
Mes de cambios...
Mes de préstamos...
Mi ausencia se hizo presencia...
Ausencia de tiempos, de inspiración, de letras...
Cambios de espacios, de estados, de afectos...
Préstamos de caricias, de cuerpos, de letras...
Mis tiempos se encojen haciéndose más disfrutables...
Mi inspiración decidió descansar y yo decidí apoyarla...
Mis letras se ausentaron dejando ajenas en su reemplazo...
Los espacios mutan y gratifican...
Los estados se alteran con pros y contras...
Los afectos se renuevan, se intensifican... otros zigzaguean...
Le regalan caricias a mi alma y a mi ego...
Le prestan cuerpos al mío para estremecerlo...
Le prestan letras a mis vacíos para no perder constancia...
Mes de ausencias...
Mes de préstamos...
Mes de "Gracias"...

viernes, abril 21, 2006

De Frida...

"Yo quisiera poder ser lo que me de la gana,
detrás de la cortinad de la locura arreglaría las flores todo el día,
pintaría el dolor, el amor y la ternura...
Me reiría a mis anchas de la estupidez del mundo...
Y todos dirían: Pobre, está loca, siempre ha estado loca..."

"Vamos a departir, que todos al fin y al cabo,
estamos más muertos que vivos,
los muertos de juerga,
los muertos de relajo:
Salucita camaradas... Por todos ustedes...
Pero sobre todo por la vida,
la condenada e ingrata vida...
VIVA LA VIDA COMO CHINGADOS QUE NO!"

Gracias Adri

Gonzalo

Amaneció su vida como todos muy normal.
Despertó su cuerpo con mucho vigor.
Con su llanto saludó al mundo real.
Pero su color decía que algo andaba mal...

El balance de la vida que te da y te quita...
poniendo sombras donde hay mucho sol.
Se llevó un pedazo de su gran motor...
golpeando donde duele y mas irrita.
Y un día te das cuenta donde estás...
Te llega como a todos una vez
el momento de ponerte a valorar
lo grande y lo pequeño tal como es.
Y su vida volvió a despertar...
sin llegar nunca a deprimir.
Aunque su mañana no pudo disfrutar...
queda aún un largo día por vivir.
Es el curso de las cosas como vienen...
que te marcan y te enseñan a olvidar...
los caminos a seguir que te convienen...
más allá de lo que puedas encontrar.



Gracias José