...De ahora en más

Un intento de grito que me saque del silencio que agobia, angustia y harta... Un intento de compartir intimidades sin perder la intimidad propiamente dicha... Un intento... Solo eso...

jueves, noviembre 10, 2005

Vil copia y respuesta al Uruguallan...

--:-- (¿?)m

un sonido desesperante

luz en mis pupilas, minutos para empezar el día, otro día mas el mundo carente de sentido, martes (o el día que sea) que esta bien cerca del estrés, lejos del disfrute y a años luz del imposible descanso.

miro al costado, está, hay alguien, su cuerpo en el colchón.

como odio esta no vida...

lijamiento corporal para intentar quitar los olores y las poluciones que seguramente ensuciaron mi mundo interior e impregnaron de ranciedad partes ahora secas por el sinsabor de lo cotidiano…

ahora si, a la dulce espera, la carrera continua y excitante, quien llega primero? el puto Pseudo bienestar o las ilusiones del mañana?

yo también espero, no hay gloria, no hay héroes, es mi espera también...

me siento lo mas lejos de la preocupación y lo más cómodo que mi entorno y sus repercusiones me permiten, en el espacio que la mediocridad de los resignados a sobrevivir me ceden y comparten.

lento traquetear del monstruo de lo diario que con lentitud morbosa nos comunica que todo el esfuerzo realizado para llegar a cualquier meta se verá totalmente destruido por sus fauces voraces de inmovilidad y patetismo.

pero eso es bueno... (increíblemente lo asumimos como común denominador de nuestras vidas y lo consideramos bueno)

siempre tuve un problema, me caliento en la rutina, desde que me resigné a ser uno más, es una fantasía recurrente el matarme al destino arriba de este mundo destartalado, por supuesto que nunca cumplí esa fantasía, pero el destino esta ahí, a unos escasos metros... y yo voy convirtiéndome en un malevo tanguero asqueado de la violencia cotidiana y acobardado ante la idea de perder la oportunidad de escapar, la eterna carcajada del tiunfo que dentro de un par de minutos veré bajar en su habitual parada y alejarse una vez más de mí, desplegando la magia de su cuerpo, llenando mi espacio vital, y deseando que por una vez se de vuelta y me de una señal.