Aire

Sin razón, sin proceso y sin cuestionamientos me avasalló un detalle de mi ahora.
El balance negativo me ultraja, me acorrala.
No es la primera vez...
Sé como actuar.
Respiro.
Respiro.
Y pretendo empezar a obrar.
Letargo.
Algo no funciona.
Sopor.
Estoy sin reacción...
Esta vez es literal.
Estoy detenido.
No sé por donde empezar.
No puedo establecer un orden de mediocridad.
No puedo establecer un orden.
No puedo.
De improviso me siento...
Quieto.
Todo está quieto y fuera de foco.
Adentro...
Nada se mueve...
Nada pasa...
Nada.
Ni odios, ni alegrías, ni indiferencias...
Ni siquiera enojos.
No es paz...
Es quietud.
Una quietud sin calificativos.
No altera, ni angustia.
A mí me altera...
Y hay momentos en los que quiero volarme la cabeza.
Respiro.
Respiro.
Intento alejarme de todo.
Me encierro más en mí.
Ya pasa.
Nadie entiende...
Ni pretendo que entiendan.
Duele...
Y el dolor es mío...
Me hago cargo.
Es mi mundo.
Un mundo complejo, doloroso y hasta perturbador.
Crisis.
Ayuda...
Una posibilidad.
El cable a tierra indispensable.
La hacedora de orificios...
Pequeños orificios en mi psiquismo.
Aire.
Que entra y sale...
Sale...
Salen.
Ella entiende.
Sigue doliendo...
Y el dolor es mío...
Y nos hacemos cargo.